Los contenedores llegaron para quedarse: Docker encapsula tu aplicación para que consuma una fracción de la RAM de una máquina virtual y arranque en segundos. Cuando necesitas orquestar decenas o cientos de contenedores, Kubernetes entra en escena para escalar automáticamente y distribuir la carga sin intervención humana.
En este tutorial exploramos cómo usar comandos esenciales de kubectl, escribir manifiestos YAML y aplicar patrones como rolling updates. También debatimos los pros y contras de una arquitectura de microservicios: resiliencia y despliegues continuos frente a retos de observabilidad y redes internas.
Si tu servidor se siente lento o tu pipeline de despliegue tarda horas, la containerización podría ser el primer paso para pasar de una “infra antigua” a una arquitectura ágil. Mira el video y cuéntanos cómo planeas adoptar Docker y Kubernetes en tu proyecto.