La memoria RAM es conocida como memoria volátil lo cual quiere decir que los datos no se guardan de manera permanente, es por ello, que cuando deja de existir una fuente de energía en el dispositivo la información se pierde. Asimismo, la memoria RAM puede ser reescrita y leída constantemente.
Es el lugar adonde van a ejecutarse y a permanecer activos los diversos programas, desde el propio sistema operativo hasta las aplicaciones que utilicemos. Por eso puede ocurrir que al mantener demasiadas aplicaciones activas simultáneamente, la capacidad de RAM del sistema se agote y ello repercuta en la calidad y la capacidad de cómputo.
¿Para qué sirve?
La memoria RAM permite el acceso indiscriminado a la información, desde cualquier posición o momento. A mayor cantidad de RAM, más rápido será el procesamiento de los datos, y por ende nuestros trabajos se realizarán con mayor velocidad.
Se inserta en la placa base y se comunica con diversos elementos del sistema. Su función principal es almacenar datos e instrucciones para que puedan ser accedidos por otros componentes básicos. De manera que evita que tengan que volver a pasar por el procesador o incluso por la tarjeta gráfica.
Elegir la memoria RAM correcta
Una mayor velocidad permite realizar transferencias en menos tiempo. Las operaciones de almacenar, borrar y realmacenar nueva información y datos se completarán más rápidamente, lo que en algunos casos puede marcar una diferencia importante de rendimiento.