Cuando eliges un hipervisor debes considerar rendimiento, ecosistema y licenciamiento. VMware ESXi destaca por sus funciones avanzadas y su madurez en entornos empresariales. Hyper‑V viene integrado en Windows Server y resulta ideal si ya trabajas con el ecosistema Microsoft. KVM, por su parte, aprovecha la eficiencia de Linux y permite desplegar virtualización a bajo costo con un amplio soporte de la comunidad.
En este comparativo medimos IOPS, uso de CPU y facilidad de gestión en vCenter, System Center y virt‑manager. Comentamos casos reales: en entornos financieros la latencia es critica, mientras que en pruebas de desarrollo la integración con pipelines CI/CD es decisiva. También abordamos compatibilidad con nested virtualization y cómo los microparches y actualizaciones pueden inclinar la balanza.
No tienes que casarte con un solo “galán”: elige según tu estrategia a largo plazo, presupuesto y nivel de experiencia de tu equipo. Dale play al video, descubre nuestras recomendaciones y comparte qué hipervisor prefieres.