No existe una única forma de entender el crowdsourcing. A nivel general puede afirmarse que consiste en un trabajo colaborativo y voluntario. La noción se vincula a una convocatoria dirigida a una cantidad indefinida de personas, quienes aportan sus ideas para el desarrollo de un cierto proyecto.

Existen múltiples objetivos que se pueden buscar con el crowdsourcing:
La resolución de problemas – El conocimiento de los usuarios – Aumentar las ventas – La retroalimentación y opiniones de productos o servicios.

El término fue acuñado en el año 2006 por el escritor Jeff Howe, quien trabaja para la revista Wired cubriendo temas como la industria del entretenimiento.
Howe señaló que por medio del crowdsourcing accedemos a los individuos más adecuados para la tarea. Además de su desempeño en la resolución de los problemas planteados por quien dirige la campaña, los colaboradores pueden compartir sus propias ideas, un factor que aumenta el grado de diversidad.

No se debe confundir con “outsourcing”, modelo en el cuál las empresas o compañías contratan a personas externas a la empresa, con el fin de resolver alguna problemática, o para producir algo que ellos no eran capaces de realizar.

Para aplicar correctamente el Crowdsourcing, se debe ser muy específico en las ideas que necesitamos de los clientes, y debe ser totalmente voluntario. Ayuda tener incentivos dentro del proyecto, de esta manera se incentiva la participación.
La fuerza de las multitudes consiste en que basta con que cada uno de los miembros haga un aporte mínimo para que el resultado en conjunto sea sorprendente.

Ventajas

Desventajas

Una de las variaciones de Crowdsourcing más conocida es la del Crowdfunding o Financiación Colectiva, que tiene el objetivo de buscar financiación para temas muy diversos.

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