La razón por la que se debía extraer de forma segura una USB era que Windows 10 no graba directamente los archivos a la velocidad máxima que permite la memoria o el disco duro USB. En vez de eso, crea una memoria caché intermedia, por la que pasan los archivos. Esto para mejorar la velocidad de transferencia.
Por lo tanto, si hacías un cambio (como modificar o borrar un archivo), este no se aplicaba directamente al dispositivo. Primero se aplica a la memoria caché, que es más rápida, y luego al dispositivo. El botón para expulsar un dispositivo le indica a la máquina que debe vaciar la caché. Esto significa que debe asegurarse de que todas las acciones pendientes ya se han completado y que ningún proceso se va a interrumpir. Si no haces eso y desconectas el USB, puede haber consecuencias.
En muchos casos, solo se interrumpen acciones. Se cancela alguna operación en proceso, por ejemplo, cuando estás copiando archivos, como fotos, vídeos o documentos. En el peor de los casos, la USB podría perder los datos almacenados o quedar corrupta, al punto que ningún formateo podría reconfigurarla.
Cabe resaltar que si insertas y quitas rápidamente un dispositivo, el puerto USB también puede dejar de responder ante otros hardwares, debido a que se genera un problema de temporización que impide a la PC detectar un dispositivo.
Extraer de forma segura una USB ya no es necesario.
El almacenamiento USB es más rápido que nunca, gracias al desarrollo de nuevos estándares como USB 3.1. Y sobre todo, cada vez menos gente sigue los pasos necesarios para desconectarlos de manera segura. Todo esto ha llevado a Microsoft a cambiar la manera en la que Windows usa el almacenamiento USB; ya no usa una memoria caché intermedia. Los datos se transfieren directamente al almacenamiento, por lo que en cuanto se termine la transferencia podemos quitar el USB.
Esto tiene sus ventajas, principalmente que ya no tendremos que dar ese paso adicional para quitar un USB. Sin embargo, lo malo es que puede hacer que las transferencias de archivos nos parezcan más lentas, sobre todo con dispositivos viejos que no usen las últimas tecnologías.
La mayoría de problemas estaban presentes en versiones antiguas de los sistemas operativos como Windows Vista o XP, dos versiones con apenas uso hoy en día. En Windows 7 y Windows 10 los mecanismos de protección establecidos por Microsoft hacían casi imposible que se perdieran o corrompieran los datos. Ahora lo son mucho más, tanto que Microsoft considera “seguro en cualquier momento”. .
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